sábado, 3 de enero de 2009

LA TEORÍA DE LA POLÉMICA

Desde mi punto de vista y contestando a uno de los comentarios que hicisteis ayer al artículo sobre Darwin y el transcurso de los 200 años desde su nacimiento, para mí lo que realmente aportó Charles Darwin no fue decir que las especies evolucionaran sino, el establecimiento de los tres mecanismos por el que dichas especies evolucionan. Estos tres mecanismo por el que los organismos “tienden” a cambiar, resumiéndolos mucho, son los siguientes:
1. Si no existe control los individuos de cualquier especie aumentarían enormemente su número porque todas poseen un alto nivel reproductor, incluso los elefantes. Esto no pasa porque los recursos se comen a una tasa acelerada y resultarían escasos. Son limitados.
2. La segunda condición es la competencia por los recursos en disminución.
3. La competencia nos conduce a la tercera condición; la supervivencia de unos pocos, ya que los recursos no dan para que todos se puedan abastecer de ellos.

Darwin lo denomino “la selección natural”, el mecanismo que determina qué organismos sobreviven y cuales no lo hacen, la forma natural de eliminación de los menos adaptados. En esta lucha por la existencia, aquellos con más y mejores adaptaciones al medio donde viven y su ambiente, podrán, en conjunto, desenvolverse mejor, y sobrevivir para transmitir dichas adaptaciones a las generaciones venideras, miles de años después.
A esta teoría sobre los mecanismos por los que unas especies se suceden a otras, cada una de ellas mejor adaptada al medio que la anterior, se supone, llegó también otro científico-naturalista llamado Alfred Russell Wallace, el que según nos quieren hacer creer mandó un manuscrito a Darwin con las mismas conclusiones a las que este último había llegado, ambos según nos cuentan por separado, cosa que no me creo. Darwin al ver que este manuscrito coincidía exactamente con sus teorías no tardo en publicar “El origen de las especies” antes que su “supuesto socio”, así nació la controversia entre estos dos grandes científicos.

Si quieren indagar más sobre esta polémica relación y como Darwin estuvo “pagando”, literalmente, a Wallace varios años después de la publicación de esta obra, lean “El secreto de Darwin” de John Darnton.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No sé si tu te acuerdas, pero yo te ví en primero de bachillerato leyéndote "El origen de las especies" en un cambio de clase, o antes de entrar(igual fue en segundo, pero juraría que fué en primero) y me quedé flipada (se lo comenté a Lucía y todo). Haces quedar mal a los seres mundanos como yo jeje. (Bea)

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